LA VERDAD SOBRE LA CRISIS DE LOS 30
A lo largo de los años, la vida de una persona da muchísimas vueltas y sufre innumerables cambios. Durante la infancia y la adolescencia es cuando más complejos y frecuentes son estos cambios, pero sin embargo también es cuando más fácil de resolver parece todo. Ya sea por la ayuda de nuestros padres o familiares o el apoyo de nuestros amigos, o por el simple pensamiento de que aún nos queda mucha vida por delante, se van superando con facilidad. Por el contrario, cuando entramos en la edad adulta, todo se nos hace mucho más cuesta arriba.
Por ejemplo, la temida crisis de los treinta. Crisis que suele aparecer entre los 27 y los 34 años, según estudios científicos que nos proporciona Internet en cualquier página relacionada con salud y bienestar, auto-ayuda o moda y belleza (como está, solo que aquí decimos las verdades a la cara, sin falsos adornos) Existen muchos casos de lo más variopintos, pero nadie se libra de plantearse su vida en esta etapa. Muchos piensan en como se imaginaban su vida de treintañeros cuando eran pequeños, y se deprimen o se agobian, viendo que nada es como lo tenían pensado. Está el caso de la persona que ha estado estudiando toda su vida y que no encuentra el trabajo que le gustaría. El que si lo tiene, pero no se ve en el futuro ahí. El que lleva soltero toda la vida o el que se va a casar, o aquel que siempre a tenido pareja pero no le duran demasiado. ¿Y cual es el problema de esto? Que ya nos vemos muy mayores para empezar otras cosas, para cambiar de vida, para hacer lo que realmente nos gusta. Simplemente para cambiar. Y en realidad aún somos muy jóvenes y todavía tenemos tiempo. Pero como "nos hemos hecho mayores" y las cosas no han salido como esperábamos , pensamos que ya nada va a salir como queremos.
La sobre carga de formación que tenemos en estos tiempos, también influye a la hora de retroalimentar este miedo. Existen infinidad de artículos (cada cual más surrealista) sobre los "síntomas" de la crisis de los 30, de como evitarlos, de como encontrar pareja, hacer que dure, descubrir si tu pareja es un psicópata, como buscar trabajo, como decirle a tu jefe todo lo que piensas de el y mantener tu empleo.. (artículos reales encontrados en Internet) Y todas estas cosas, que pretenden ayudarnos, solo nos complican más la vida e incluso nos hacen plantearnos problemas que hasta ese momento ni si quiera sabíamos de su existencia. En consecuencia, nos provocan miedo, agobios y ahí está la CRISIS.
A sí que dejémonos de tonterías. Crisis podemos sufrir un montón de ellas a lo largo del día, por muchos problemas banales. Plantearse el sentido de nuestra vida, lo hemos hecho antes, lo hacemos ahora y lo haremos hasta el fin de nuestros días. Y siempre hay tiempo para aprender cosas nuevas o cambiar de aires. Lo único que tenemos que hacer para superar la temida crisis de los treinta (y la de los 40,50,60..) es vivir, aprender a ser felices con lo que tenemos, y cambiar lo que no nos guste.
El resto, dejemoselo al tiempo, y que nos vaya sorprendiendo con su paso.
A lo largo de los años, la vida de una persona da muchísimas vueltas y sufre innumerables cambios. Durante la infancia y la adolescencia es cuando más complejos y frecuentes son estos cambios, pero sin embargo también es cuando más fácil de resolver parece todo. Ya sea por la ayuda de nuestros padres o familiares o el apoyo de nuestros amigos, o por el simple pensamiento de que aún nos queda mucha vida por delante, se van superando con facilidad. Por el contrario, cuando entramos en la edad adulta, todo se nos hace mucho más cuesta arriba.
Por ejemplo, la temida crisis de los treinta. Crisis que suele aparecer entre los 27 y los 34 años, según estudios científicos que nos proporciona Internet en cualquier página relacionada con salud y bienestar, auto-ayuda o moda y belleza (como está, solo que aquí decimos las verdades a la cara, sin falsos adornos) Existen muchos casos de lo más variopintos, pero nadie se libra de plantearse su vida en esta etapa. Muchos piensan en como se imaginaban su vida de treintañeros cuando eran pequeños, y se deprimen o se agobian, viendo que nada es como lo tenían pensado. Está el caso de la persona que ha estado estudiando toda su vida y que no encuentra el trabajo que le gustaría. El que si lo tiene, pero no se ve en el futuro ahí. El que lleva soltero toda la vida o el que se va a casar, o aquel que siempre a tenido pareja pero no le duran demasiado. ¿Y cual es el problema de esto? Que ya nos vemos muy mayores para empezar otras cosas, para cambiar de vida, para hacer lo que realmente nos gusta. Simplemente para cambiar. Y en realidad aún somos muy jóvenes y todavía tenemos tiempo. Pero como "nos hemos hecho mayores" y las cosas no han salido como esperábamos , pensamos que ya nada va a salir como queremos.
La sobre carga de formación que tenemos en estos tiempos, también influye a la hora de retroalimentar este miedo. Existen infinidad de artículos (cada cual más surrealista) sobre los "síntomas" de la crisis de los 30, de como evitarlos, de como encontrar pareja, hacer que dure, descubrir si tu pareja es un psicópata, como buscar trabajo, como decirle a tu jefe todo lo que piensas de el y mantener tu empleo.. (artículos reales encontrados en Internet) Y todas estas cosas, que pretenden ayudarnos, solo nos complican más la vida e incluso nos hacen plantearnos problemas que hasta ese momento ni si quiera sabíamos de su existencia. En consecuencia, nos provocan miedo, agobios y ahí está la CRISIS.
A sí que dejémonos de tonterías. Crisis podemos sufrir un montón de ellas a lo largo del día, por muchos problemas banales. Plantearse el sentido de nuestra vida, lo hemos hecho antes, lo hacemos ahora y lo haremos hasta el fin de nuestros días. Y siempre hay tiempo para aprender cosas nuevas o cambiar de aires. Lo único que tenemos que hacer para superar la temida crisis de los treinta (y la de los 40,50,60..) es vivir, aprender a ser felices con lo que tenemos, y cambiar lo que no nos guste.
El resto, dejemoselo al tiempo, y que nos vaya sorprendiendo con su paso.
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